La bicicleta mágica
Habían robado algo. Se dieron a la fuga en un coche de policía. Estaban en la montaña, quizás en la montaña de la cual habla Bart. La policía los persiguió en un todoterreno pero su coche era más rápido. Una vez al pie de la montaña, él siguió la fuga en bicicleta. (¿Dónde estaba ella?) Era una de estas bicicletas antiguas, con una rueda pequeña y otra super grande. Iba muy rápido. Cruzó una calle sin mirar, como aquella vez hace unos diez años en Múnich, pero esta vez el coche no paró. El coche no lo atropelló sino lo atravesó por la izquierda. La parte de su cuerpo y la de la bicicleta que habían sido atravesadas se volvieron invisibles al instante, pero ello no le impidió seguir la fuga. Al cabo de media hora él y la bicicleta ya recuperaron la visibilidad.
Estaba con ella en la cama. Se sacó la camiseta. El despertador le quitó el miedo de no conseguir una erección.
6 Comments:
jajajaja, si, el final está buenísimo!
Es genial, felicitaciones por el blog un saludo desde Argentina
Gracias a todos! De hecho, fue más bien una pesadilla llena de miedos de los cuales hablamos en el blog de Charito hace unos días, pero reconozco de no deja de tener su gracia... :)
Hola, Nina, bienvenida! Saludos desde Barcelona.
Vaya, menuda pesadilla, aunque revela tus miedos no deja de tener gracia… veo que esta superado un poco, por el final que intuyo….besitos
guiri, te he dejado un invitacion en el post "respondiendo a jz" que espero no rehuyas... jeje
Charito: qué final intuyes? Besitos
Susana: este tipo de encuestas me encanta! Esta noche te daré las respuestas. Más besitos
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